Tinto no es un restaurante normal; por el contrario, es un lugar que apuesta a ser diferente. Un concepto que se percibe desde el momento que se cruza su puerta. Es cálido, sofisticado, perfecto en muchos sentidos. Es, sin duda alguna, un lugar que enamora y que sabe cómo marcar la diferencia en Boca Mixtura, la ruta gastronómica más top de la capital cruceña.
“Nos llamaron para ser parte de Manzana 40 y no lo dudamos, porque es emblemático para Bolivia y Santa Cruz. Armamos un proyecto especial desde cero buscando la satisfacción de las personas”, dice Mauricio Zamora.
Entonces hay que conocer la historia de Tinto para entender su esencia… Una historia que empezó con un grupo de amigos que se juntaban todas las semanas y que eran amantes de las parrilladas y, por supuesto, el vino. “Nace Tinto del deseo de querer transmitir esto que se llama amistad, carne y vino para las personas, a las que más que clientes consideramos amigos”, acota Zamora.
Y tiene toda la razón. Tinto es especial porque invita a permanecer y a disfrutar, lejos de la prisa cotidiana. “No queremos que la gente se vaya rápido, pues la carne y el vino necesitan de tiempo. A diferencia de otros lugares no buscamos rotación, solo queremos que disfruten y que sea el lugar ideal para los amigos y amigas, negocios y familia”, acota.
Tinto se caracteriza por cuatro factores: carne premium, copas de cristal, vino y satisfacción. “Algo muy importante es que contamos con la cava de vinos más grande de Bolivia; nuestros clientes pueden elegir entre la mayoría de bodegas bolivianas y vinos argentinos, chilenos, españoles, franceses, etc.”, apunta Zamora, uno de los dueños. También importan sus propias copas, siendo distribuidores de RIEDEL en Bolivia.
El restaurante tiene una capacidad para 180 personas y está dividido en varios sectores, como un salón, mezanine, terraza dentro del bulevar y una terraza con vista al corazón de Equipetrol.
“Tinto es carne a la parrilla, es churrasco, es asado y vino… No somos los mejores, solo somos Tinto y hacemos las cosas diferentes”, concluye orgulloso Zamora.
