El legado de Roger Federer va más allá de los números y los récords, es perpetuo. Rolex sabe el inconmensurable impacto que ha tenido en el tenis, inspirando a generaciones de deportistas.
El primer hombre en ganar 20 títulos individuales de Grand Slam ha disfrutado de una carrera exitosa. El suizo también es conocido por su actitud en la pista, su elegancia y su habilidad para desafiarse a sí mismo y continuar mejorando su juego. Gracias a estas cualidades el deportista ha resistido el paso del tiempo, manteniéndose en la cima durante más de 15 años.
Federer también tiene un gran compromiso con Rolex desde 2011. Tiene una espectacular colección de relojes. Hace una década, durante el Abierto de Francia, el campeón optó por un Yacht-Master II en oro blanco muy resistente. En 2012, se llevó a casa el trofeo de oro amarillo de Wimbledon y lo celebró con un Day-Date II. Durante el Open de Miami 2017 optó por un Rolex Sky-Dweller GMT y en el Abierto de Australia 2017 recurrió al Rolex GMT-Master II.
Para su octava victoria en Wimbledon 2017, donde batió el récord, Federer llevó un reloj bastante apropiado: el Datejust de 41 mm. Para el Open de Australia 2018, la última victoria de Federer en un Grand Slam lució la actualización del Rolex Sky-Dweller. Finalmente para anunciar su despedida, hizo gala de un Daytona de oro blanco de 18 quilates con una esfera de meteoritos. Federer y sus relojes son algo fuera de lo común, una combinación que probablemente no se volverá a ver en el tenis.
UNA JORNADA LEGENDARIA QUE CONTINÚA
Después de cantidad de Grand Slams y récords batidos, la tenista estadounidense Serena Williams anunció que abandonaría las canchas este agosto, solo para retractarse dos meses después. Su amor por la moda y la joyería es visible, a través de su propia marca de joyería fina y su puesta como embajadora de la relojera suiza Audemars Piguet.