Entrevista a Roxana Hartmann, la curadora de Libro Amarillo.
¿CÓMO SURGIÓ LIBRO AMARILLO?
La idea del proyecto Libro Amarillo® nace hace más de un año, pero recién en enero se concreta y en marzo lanzamos la convocatoria nacional desde Hartmann HAUS. El motor de esta idea fue promover el diálogo con los artistas jóvenes y de esta manera hacer visible el proceso creativo de cada uno. Por eso, la convocatoria hace una pregunta y busca propuestas, no respuestas.
Mi lugar en la historia fue la interrogante en la que se desarrolló una obra que reaccione a esta provocación. Fueron seleccionados diez proyectos que profundizaron su investigación durante cinco charlas con nuestros colaboradores y encuentros conmigo cada quince días todo de manera virtual, ya que los proyectos son de varias ciudades del país y los colaboradores residen en el extranjero.
¿QUÉ REPRESENTÓ PARA USTED SER LA CURADORA?
Embarcarse en un proyecto curatorial fue desafiante. Fue mi primera experiencia como curadora y aunque me estuve preparando durante años, y lo sigo haciendo, siempre hay nervios iniciales, que son el motor para hacer las cosas.
La investigación y la propuesta son la base, luego está el trato con los artistas, poder conocerlos para entablar diálogos honestos y entender el punto de vista desde el que parte su trabajo y por último el montaje de la muestra. Lograr que las obras dialoguen, fluyan orgánicamente y el concepto del proyecto se pueda leer en el diseño.
Fueron seis meses de trabajo minucioso y al mismo tiempo divertido, porque logramos construir lazos de amistad y confianza.
- Usted dijo que este trabajo colectivo es una invitación a la discusión, que obliga a pensar y repensar, ¿es así?
El concepto es el diálogo de las propuestas de los artistas, mostrar el proceso (en los libros que el proyecto les entregó al inicio de la experiencia y registraron su progreso) y en las propias obras que no tenían como objetivo ser un objeto cerrado.
Libro Amarillo® es el espacio de estudio donde se promueve el análisis y se cultiva la incertidumbre. Es la plataforma donde se enfatiza en el proceso de construir o de resignificar conceptos desde la experimentación o la teoría. Nada es absoluto y menos rígido, todo va cambiando, a medida que el artista se mueve o fija su mirada desde otro punto, así se provocan nuevas realidades y no solamente se buscan respuestas. Creo que la discusión es indispensable para avanzar. Cada uno tiene una mirada respecto a las cosas, las percepciones son distintas y ahí está la riqueza, en no pretender que haya una sola manera de pensar. El objetivo de pensar y repensar es poder, si así fuera el caso, resignificar y reconstruir conceptos. Poder analizar y escribir la historia entre los que ahora son los protagonistas, eso es importante.
El grupo de artistas emergentes que fue parte de Libro Amarillo® tiene la posta para seguir trabajando y ojalá, proponiendo cosas interesantes.
¿SE REPETIRÁ ESTA EXPERIENCIA CON OTROS ARTISTAS?
La idea es hacerlo cada dos años y que el proyecto se vuelva en un lugar de encuentro. Que cada versión profundice en los temas que le interesan al arte contemporáneo y que pueda ser una referencia nacional e internacional. El libro que publicaremos de esta primera experiencia será enviado a varias bibliotecas y centros de investigación y difusión de arte contemporáneo latinoamericano.
¿POR QUÉ EL NOMBRE LIBRO AMARILLO®?
El concepto de libro es un objeto que agrupa palabras, ideas y que además se pueden seguir aumentando páginas, capítulos. Por eso es que pensé en el nombre desde la idea del registro, de guardar en un espacio del tiempo lo que ahora sucede en el arte contemporáneo en Bolivia. El amarillo es un color asociado con el estado de estar alerta. Libro Amarillo® quiere posicionarse en el imaginario como un punto de encuentro, de diálogo y de propuesta.
